Si ya probaste por tus propias fuerzas y no lograste llegar más allá, entrégate a Jesús. Jesús es nuestro único señor y salvador. Él quiere ayudarte porque sabe lo que vales y cree que mereces ser feliz. Pero Jesús es un caballero y nunca entraría a donde no le invitaran. Si ya no quieres perder más tiempo y quieres ver cambios en tu vida desde ahora, lee en voz baja la siguiente oración:
Te confieso la incapacidad de dirigir mi vida por tus caminos de justicia. No quiero fracasar más, y por eso hoy tomo la decisión de seguirte y lo hago libre, consciente y voluntariamente.
Jesucristo, creo en Ti. Creo que eres Dios, el Hijo de Dios Padre Todopoderoso. Hoy te abro mi corazón y te entrego todo lo que soy y lo que tengo. Te invito a que entres en mi corazón y seas el Rey de mi vida. Te reconozco como mi único Salvador, mi único Señor. Ven a dirigir mi vida y no permitas que me aleje de Ti.
¡Gracias mi Señor! Junto con todos los que te aman, cantaré tu gloria y seré tu testigo.
Señor, yo creo que la Biblia es tu Palabra Viva, y lucharé coon toda mi voluntad para obedecer tus mandamientos y enseñanzas, ser fiel en su lectura diaria, y enseñarla a otros, si Tú me lo permites.
Al aceptarte hoy, he nacido de nuevo, y he venido a ser piedra viva de tu iglesia, que es Tu Cuerpo.
Gracias Señor, amén.